jueves, 1 de enero de 2009

El mini-retiro en imágenes

Este es el video que compaginó Andrés sobre el retiro, un gran recuerdo de un tiempo especial:

El mini-retiro (una visión)

Al final,  se hizo el mini-retiro.  Aquí va un breve relato para los que no estuvieron y se lo perdieron.

El viernes estuvimos Andrés Eidelson, Julio López, Alejandro Field, Mariano López, Elías Bajer, Jorge Cejas, Clemente Gallego, Guillermo Sedaca, Mario Villanova, Marcos Zecchi, Herberto Panzeri, Gabriel Luriaud, Beto Acuña, Guillermo Williams, Gerardo Kopf, Daniel Scebba, Elio Soria, Fabián Prado, Marcelo Figueroa y Carlos Lutteral, a los que se agregaron Roberto Condoleo y Adolfo Blanco el sábado.

Luego de la cena, tuvimos un tiempo en rueda afuera con la patada inicial sobre el tema de la paz. Yo planteé mi inquietud sobre la paz como algo por lo que debemos de luchar en medio de las presiones que no van a disminuir en tres áreas básicas: 1) nuestra paz interior, 2) nuestra paz en las relaciones personales y 3) la paz en el entorno mayor en el que nos movemos (sociedad, país, mundo). Tengo la necesidad de plantear la paz como algo posible y no algo a lo que tenemos que renunciar como una utopía. La paz como algo por lo cual luchar y preservar, según el versículo lema: "Busca la paz y síguela". 

Julio abrió el pasaje anterior, tomado del Salmo 34 

El que quiera amar la vida 
      y gozar de días felices,
que refrene su lengua de hablar el mal 
      y sus labios de proferir engaños;
que se aparte del mal y haga el bien; 
      que busque la paz y la siga.
Los ojos del Señor están sobre los justos, 
      y sus oídos, atentos a sus oraciones;

Luego nos compartió una lista de unas 30 frases que había escrito de una sentada sobre lo que significaba para él "la paz" en este momento, donde se destacó netamente el número 1 y luego el 25 (el que lea, entienda, y el que no estuvo, que pregunte).

Terminamos entre chistes, canciones evangélicas de la vieja guardia y varios que se animaron a tirarse al agua helada de la pileta bien pasada la medianoche.

Al día siguiente, el sábado, luego del desayuno, participamos de una dinámica que nos llevó toda la mañana pero con un profundo sentido de participación individual y comunitaria que deberíamos rescatar y ampliar. Fuimos viendo sucesivamente tres de las bienaventuranzas del Sermón del Monte, en Mateo 5: 1) Bienaventurados los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios, 2) Bienaventurados los compasivos, porque serán tratados con compasión, 3) Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Primero nos separamos durante unos quince minutos para reflexionar individualmente mientras caminábamos por el lugar, qué significaba "ser de corazón limpio", para luego compartirlo en la rueda. Luego, volvimos a separarnos para pensar en lo que significaba ser "compasivo" (o "misericordioso") y lo compartimos en la rueda. Finalmente, pensamos individualmente lo que significaba "trabajar por la paz" (o ser un "pacificador"). La reflexión final incorporó todos estos elementos más los del viernes.

Luego del almuerzo pasamos un tiempo en el lugar, que nos dejó con ganas de volver.

Alejandro Field